En diálogo con LU14, Radio Provincia de Santa Cruz, Adrián Suárez, presidente del Consejo Agrario Provincial, destacó la respuesta coordinada del Gobierno de Santa Cruz frente a la emergencia climática, subrayando que la prioridad fue brindar asistencia a todos los productores afectados por el invierno extremo, sin excepciones.
El invierno del 2024 será recordado como uno de los más duros en la historia reciente de Santa Cruz. Con temperaturas extremas y nevadas que cubrieron casi el 70% de la provincia, la situación puso a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y, en especial, del Consejo Agrario Provincial (CAP). En una entrevista con LU14 Radio Provincia de Santa Cruz, Adrián Suárez, presidente del Consejo Agrario Provincial, compartió en detalle las acciones emprendidas para enfrentar esta crisis climática y sus impactos en el sector productivo.
“Fue un invierno tremendo”, comentó. "A diferencia de otros años, en los que las nevadas intensas se concentraban en áreas específicas como la zona sur en 1995 o la zona centro en 2020, este año la nieve cubrió extensas áreas, desde Fuentes del Coyle y Esperanza hasta el límite con Chubut". En algunas localidades, las acumulaciones de nieve llegaron a superar el metro, una situación que, según Suárez, no se había visto en décadas.
“La determinación del gobierno provincial, a través del gobernador, fue actuar rápidamente”, explicó Suárez. "Esto se materializó en la declaración de la emergencia climática por parte del Consejo Agrario y la posterior homologación de esta emergencia a nivel nacional, lo que permitió movilizar recursos para asistir a los productores afectados.
Uno de los primeros pasos fue asegurar la provisión de forraje para el ganado, un recurso esencial en un invierno tan crudo. “Adquirimos sesenta y dos camiones de forraje, de pellet de alfalfa, y la verdad es que llegamos en tiempo y forma a más de doscientos ochenta productores de toda la provincia”, detalló Suárez. Esta distribución fue posible gracias a la coordinación entre el Consejo Agrario, las delegaciones locales y las rurales, lo que permitió que la ayuda llegara a tiempo a quienes más lo necesitaron.
La situación era especialmente crítica en los campos rurales, donde el ganado quedó atrapado bajo la nieve. Según Suárez, en un primer momento se estimaba que la mortalidad del ganado podría alcanzar el 30%, pero gracias a la rápida intervención y coordinación, esta cifra podría reducirse al 10%. “Los números finales los tendremos recién en las esquilas”, aclaró, advirtiendo que aún queda mucho por evaluar.
A pesar de los significativos esfuerzos realizados, hubo productores que enfrentaron grandes desafíos para salvar a su ganado. Suárez destacó el caso de una estancia ubicada al oeste de Gobernador Gregores, donde las condiciones extremas complicaron la llegada de la asistencia. “A ese vecino se le otorgó diez mil kilos de forraje, cuatrocientas bolsas de pellet, y dos veces se intentó llegar a su establecimiento en los primeros días de julio”, relató. Lamentablemente, la máquina alquilada para abrir camino se rompió a solo mil metros de iniciar el recorrido, lo que retrasó la asistencia y contribuyó a la pérdida de animales.
El presidente del CAP fue enfático al destacar que, "aunque se perdió ganado y es muy lamentable que cualquier animal se muera, desde las herramientas del gobierno hicimos todo lo humanamente posible para llegar a la mayoría de los productores o a todos los productores que estaban en emergencia extrema”, afirmó.
Además de la asistencia a los grandes productores rurales, el Consejo Agrario Provincial también puso en marcha un operativo para llegar a los pequeños productores y chacareros en las localidades. “La orden es muy clara del gobernador, hay que llegar a todos”, subrayó Suárez. Este operativo se coordinó en conjunto con los municipios locales y los diputados de la zona, y abarcó localidades como Piedra Buena, Gregores, Perito Moreno, Los Antiguos, y Las Heras.
Suárez explicó que esta asistencia consistió en la distribución de alimento balanceado para animales como chanchos y aves, así como en el suministro de leña y víveres para los chacareros. “La realidad es que en mayor o menor medida este invierno afectó a todo lo que es productivo”. A medida que se estabilizó la situación en las zonas rurales más críticas, el esfuerzo se centró en atender a las periferias de las localidades, asegurando que ningún productor quedara sin recibir la ayuda necesaria.
Mirando hacia delante, Suárez describió los desafíos que el Consejo Agrario Provincial enfrentará en lo que resta del año. Uno de los temas clave es la homologación de la emergencia climática a nivel nacional, lo que permitirá a los productores afectados acceder a exenciones fiscales y otros beneficios. “Vamos a tener que articular con las distintas rurales para que los productores puedan hacer su declaración jurada de pérdidas”, explicó Suárez, destacando que aquellos que alcancen cierto nivel de pérdidas económicas recibirán un certificado que los eximirá del pago de impuestos por un año.
Otro desafío importante es el riesgo de incendios forestales debido a las temperaturas inusualmente altas previstas para el verano. Suárez indicó que se están tomando medidas para fortalecer las brigadas de incendio, especialmente en zonas como Calafate, Chaltén y Los Antiguos. “Ahora entre este agosto y septiembre vamos a equipar a las brigadas de incendio, potenciarlas”, señaló.
Consultado sobre los próximos deshielos que podrían podría causar inundaciones en varias localidades, señaló que "estuvimos en los Antiguos, donde el Ministerio de Energía y Recursos Hídricos trabajó con el desborde del río Los Antiguos”, relató, al tiempo que mencionó que las temperaturas extremas ya han causado deshielos atípicos. Para prepararse ante estos eventos, el Consejo Agrario Provincial está en contacto permanente con otras instituciones para prevenir posibles problemas cuando ocurra el deshielo tradicional en septiembre y octubre.
Adrián Suárez, presidente del Consejo Agrario Provincial, ha liderado una respuesta integral y coordinada ante una de las emergencias climáticas más severas que ha enfrentado Santa Cruz. Desde la distribución de forraje hasta la atención a pequeños productores y la preparación para futuros desafíos, el CAP ha demostrado su compromiso con la comunidad rural de la provincia. A medida que se avanza en la recuperación, el enfoque estará en continuar brindando apoyo y asegurando que los productores tengan las herramientas necesarias para enfrentar lo que queda del año. Como concluyó Suárez, “la prioridad nuestra siempre fue primero el ser humano”, un principio que seguirá guiando las acciones del Consejo Agrario Provincial en los próximos meses.